Compartir...

Compartir, una palabra que nos acompaña desde nuestra infancia. ¡Qué grande es!

Mi amiga y yo, cuatro hijos entre las dos, tres princesas y un príncipe encantado. Dos, de seis y siete años, y los otros dos sucumbiendo a la adolescencia.

Mientras sus gustos grastronómicos se distancian de la infancia, nosotras sus madres, nos las ingeniamos para transformar el momento comida en familia o con amigos, en recuerdos felices e imborrables.

Y es que, es fácil asociar el sentido del gusto al corazón.

El pan de nuestra abuela, las rosquillas de aquella tía que visitábamos durante el verano, las galletas que preparaba la madre de nuestra mejor amiga...

Nosotras ahora nos hemos unido para COMPARTIR, y traducir aquellos grandes momentos en recetas cuyo principal ingrediente sea el recuerdo.

Y hemos elegido esta foto como la primera, porque ahora somos pequeñitos, apenas una semilla en un gran bosque espeso, pero creceremos juntos, y desde lo más alto, vislumbraremos la luz del sol con todos sus secretos culinarios.

Compartiendo los recuerdos, conseguiremos que vivan para siempre.

¡Spezializemos la red!